ESPACIOS CULTURALES: UNA NECESIDAD IMPERANTE DE LA REGIÓN

Por Mariandrea Maroso
Juliana Angulo

Cómo esperar que las generaciones del departamento de Córdoba que oscilan entre los 18 y los 25 años de edad, accedan a las alternativas mas elementales, pedagógicas y educativas que suple la cultura en una variedad significativa de manifestaciones y expresiones como el arte, la música, el lenguaje, el folclor identitario de la región, la literatura etc, cuando son escasas precisamente, o nulas las opciones que las ciudades o municipios de la región ofrecen para tal fin. Causa de una creciente y permanente asistencia a sitios de vida nocturna en los que además de desvelos, estamos expuestos a un número determinado de vicios o simplemente terminar en un desinterés desidioso por cuanto represente nuestra formación integral.
Creo que existe una confusión generalizada en el consciente colectivo de la región, que disocia la idiosincrasia costeña convirtiéndola en una especie o suerte de seudo-cultura a la que lo ilustrativo no le interesa y más bien le resbala como resbala el agua sobre una ventana. Camila Pérez, estudiante de 19 años de derecho de la universidad del Sinú comenta al respecto: “los fines de semana, no hay nada que hacer, solo hay plan de rumba porque no tenemos donde ir”, Rodrigo Martínez un joven de 22 años del municipio de Lorica cuenta que él y sus compañeros: “Nos sentamos en las casas a echar cuento, nos vamos a cualquier barcito para tomar algo suave, no tenemos mas que escoger”.

Al respecto, y sin ningún animo de hallar culpables o ser detractores, aclaro que aunque existen en Colombia ciertos estamentos, instituciones y organizaciones privadas y publicas en las que se hace permanentemente ejercicios que producen gestión de empresas culturales, resultando de tales labores bibliotecas, galerías de arte, museos, concurso de literatura etc, la región presenta un nivel de marginación grave al respecto de tales movimientos que gestionan y tramitan con impulso la cultura, como universo semántico de significados y significantes en el que estamos situados como personas, que nos proporcionan a todos los juicios de valor, la manera como nos entendemos, y como concebimos el mundo y a nosotros mismos.
Existe también en las mentes jóvenes de la región, una pobreza de sentido con respecto al concepto de diversión y la experiencia de esparcimiento, concebida exclusivamente y reducida a la mera posibilidad sin mas, como la manera mediante la cual se libera de todo yugo laboral o académico, es decir que, el entretenimiento en la sociedad cordobesa solo es entendido y aceptado como sola fiesta, juerga o jolgorio, que no son malos en si mismos, pero que no encierran en totalidad lo que realmente es el recreo del espíritu humano, que no se contenta con herméticas distracciones sino precisamente con la promoción de si mismo, de la persona, mediante el desarrollo de sus capacidades racionales, estéticas. Psíquicas y afectivas.
Sería optimo que el departamento mediante sus instituciones gubernamentales creara espacios que no sólo se dediquen a proporcionar actividades culturales sino que promocionen pedagógicamente e inserten en los jóvenes el deseo y l a conciencia de su desarrollo personal a través del ejercicio y reconocimiento de la cultura a la que pertenecemos.

Otra manera de ver el entretenimiento
La mejor manera que tenemos para dominar un nuevo concepto es a través de la diversión. En todo el mundo se han creado nuevos espacios que entretienen y enseñen al mismo tiempo. Existen muchos tipos de diversión, desde los conocimientos del mundo que se puede aprender en la calle hasta una diversión educativa que encuentra lugar en los museos.

Los juegos hacen que el aspecto psico¬motor contribuya al desarrollo del cuerpo, los sentidos, la fuerza, el control muscular, el equilibrio, la percepción y la confianza en sí mismos. De una manera intelectual, al jugar se aprende, ya que se obtienen nuevas experiencias, la oportunidad de cometer aciertos, errores y solucionar problemas; además el juego estimula el desarrollo de las capacidades del pensamiento, la creatividad, permite descubrir el entorno y el uso del cuerpo humano. Es una actividad que implica relación y comunicación, aumenta el desarrollo afectivo emocional, procura placer, entretenimiento, alegría de vivir, expresarse libremente, encausar energías y descargar las tensiones. Es también refugio frente a las dificultades que se encuentran en la vida, ayuda a reelaborar experiencias y acomoda las necesidades, contribuyendo al equilibrio y dominio de sí mismo.