jueves, 6 de mayo de 2010

EDUCADOS PARA SER MEJORES


Por: Ana Paola Martínez y Patry Martínez

Video: http://www.youtube.com/watch?v=HPoEHXw5YPc&feature=related

La educación, en términos poco coloquiales, sugiere una extensión de aprendizajes múltiples por parte del individuo. Ese mismo individuo puede llamarse Pedro, Juan, Diana, Tania; tener 2, 15 o más de 20 años; trabajar o ser desempleado; o finalmente educar o ser educado. Y para entender desde la visión de un colombiano común y corriente, y ver desde las entrañas de una pequeña comarca sabanera esas peculiaridades que poco a poco adquiere la educación en los jóvenes, es necesario mirar hacia dónde van los principios de quienes están creciendo para ser futuro, de quienes se están marginando inconscientemente para lograr algo de satisfacción en sus vidas.
De niños nos acostumbramos a reprochar la ausencia de un dulce, de un juguete, de un paseo, de un partido. De jóvenes es poco lo que entendemos de los afanes de los padres, los juzgamos sin el mínimo reparo, y achacamos a ellos el ir y el devenir de nuestros pesares, pero de adultos extrañamos el consuelo de la madre y el castigo del padre, entendemos la noción del tiempo y nos ronda en la cabeza un arrepentimiento que algunos nunca sienten.

Hoy es común que haya un televisor por habitación, que los hermanos se vean dos o tres veces a la semana, que los padres se vean antes de salir al trabajo y nuevamente cuando van a dormir, que la empleada del servicio acompañe a los niños a hacer las tareas y que cada uno lleve una vida independiente sin el mínimo consentimiento de quienes viven bajo su mismo techo. Por otro lado, no es válido generalizar estas precisiones, hay familias que viven en virtud de valores, de la socialización de experiencias, familias en las que se acompañan a los diferentes miembros que la conforman a transitar los distintos cambios que implica vivir, familias con reglas en las que la pareja ejemplariza con buenas acciones a sus hijos.
Es realmente importante recuperar la educación desde el hogar, los espacios de comunicación son fundamentales y los miembros deben hacer parte de estos. Muchas familias desconocen la problemática de sus hijos, sus temores, sus incertidumbres, los peligros que les acechan, las pruebas que les son puestas en su día a día. Como jóvenes de una apetitosa tierra sabanera nos hemos dejado enmascarar por las costumbres que nos muestran a través de la pantalla, hemos suplantado la educación del hogar y ahora más que nunca estamos en el deber de recuperarla.

Según la psicóloga Luz Angélica Doria Álvarez, los conflictos en la sociedad y los problemas que se presentan entre los jóvenes de hoy, como el suicidio, embarazos no deseados, abandono del hogar, alcoholismo y prostitución, empezaron a presentarse desde que el núcleo de valores y la unión familiar comenzaron a desaparecer. Sin embargo, estos problemas junto al creciente vandalismo juvenil y la inclusión de jóvenes a grupos delictivos siguen teniendo grandes tentáculos que sólo desde el hogar se pueden reprender. Es así como en medio de una ciudad que cada vez es más cercana al peligro de las grandes urbes, el hogar es el lugar más indicado para remover cualquier tipo de daño que pueda generarse a los miembros del mismo.

Wilman Pacheco, un joven de 22 años, quien reside en la capital cordobesa, afirma: “Considero que la familia cordobesa aún se mantiene, sería muy duro expresar que en los hogares cordobeses se están perdiendo los valores, pues en mi familia, por ejemplo, vivimos en unión, en convivencia y mantenemos las costumbres, y no es sólo es mi caso, son muchas las familias que en una ciudad como Montería se mantienen unidas.

Para el caso de este joven, sus aspiraciones y sus experiencias han sido forjadas desde su hogar, ha crecido en una familia de aparente normalidad, en la que los integrantes han aportado positivamente al desarrollo personal de cada uno, de ahí que no haya sido necesario que ningún tipo de influencia externa afectara o cambiara los principios de padres e hijos.

Ahora bien, en otras circunstancias las apreciaciones de un joven como Wilman podrían diferir un poco. Gabriel Hernández, un joven de 23 años, hijo de padres separados afirma: “Creo que lo que lleva a la familia a la desunión es la falta de valores como la tolerancia y el respeto. Mi familia se desintegró por la falta de comunicación entre mis padres, siempre cada quien buscó la manera de tener más y más cosas materiales y en ese afán se olvidaron del afecto mutuo, mi padre encontró el afecto en otra mujer y cada quien agarró por su lado”.

Las separaciones en los hogares colombianos se dan en un 65% según estadísticas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. En el caso de Córdoba, es común que el padre, por ser el cabeza de hogar, se crea en condiciones de llevar al mismo tiempo una vida de dualidad marital, en la que poco importa el lugar que ocupa la mujer. Para el caso particular de Gabriel, la separación de sus padres fue la solución más certera que pudieron encontrar sus padres, Gabriel ha sabido sobrellevar la carga que implica la separación familiar y ha optado por no tomar partido en ningún bando.
En los barrios más populares de la ciudad los jóvenes desde muy temprana edad se ven inmiscuidos en empleos informales o ilegales para llevar las riendas del hogar, estos jóvenes tienen en sus manos la obligación de cumplir a sus familias y muchos de ellos a temprana edad conforman hogares en los que la mujer carece de educación para ejercer un empleo digno, hecho que margina aún más las circunstancias económicas en las que se desenvuelven y afecta notablemente el normal desarrollo de la vida familiar.
Así las cosas, la obligación de impartir una educación ejemplar en el hogar es el deber de todos. Como monterianos no somos ajenos a los flagelos que amenazan con destruir la educación familiar, estamos culturalmente ambicionando ser reconocidos y popularizados, y en ese afán de modernizar la ciudad es necesario amoldar la familia positivamente preparando a los hijos para que no sean absorbidos por el mundo de amenazas que hay afuera. Cualquier prejuicio puede ser dañino, pero aún más toda falla en la educación empeorará las consecuencias de los cambios.
http://www.youtube.com/watch?v=HPoEHXw5YPc&feature=related

10 comentarios:

Jorge M Diz dijo...

hace mucha falta rescatar todos esos valores que se han perdido principalmente el amor, la familia es la primera escuela es alli donde se aprenden esos valores super importantes que nos hacen ser mejores seres humanos.

Gabriel Hernandez dijo...

EN LA ACTUALIDAD SE ESTAN PERDIENDO MUCHOS VALORES EN LAS FAMILIAS LO CUAL HA LLEVADO A LA JUVENTUD A TOMAR DECISIONES LAMENTABLES COMO EL SUICIDIO O LA DROGADICCIÓN DONDE ENCUENTRAN OTRA COMPAÑÌA Y DIVERSIÓN, ES IMPORTANTE MANTENER LOS VALORES EN NUESTRAS CASAS

wil. dijo...

hay q tener en cuenta que no todo està perdido, aun hay familias en este departamento en q los valores tradicionales se reflejan

Maria Escobar dijo...

la familia actual se ha olvidado del amor hacia los hijos por estar pendientes de otras cosas y de los intereses personales, por esto hay q educar las futuras generaciones como seres humanos y no como seres de la tecnologia.

Ana Paola Martínez dijo...

es importante tener en cuenta que la independencia en los hijos es importantísima, asi pues que con autonomía se deben asumir los errores y no achacarlos siempre a los padres

Unknown dijo...

Como padres vemos a nuestros hijos crecer y enfrentamos en ocasiones con dificultad sus cambios e incluso su madurez. Debemos educarnos para ser mejores padres, antes que para ser mejores hijos

Angelita dijo...

debemos aprender a respetar a nuestros abuelos y padres quienes han sido pilares en la crianza y en la formación de mejores sociedades

http://opinionpublicaupb.blogspot.com/2010/05/educados-para-ser-mejores.html dijo...

me parece que esto no solo se da en nuestro departamento, hay otras ciudades donde las cosas estan peores...q desgracia

Luis donaldo dijo...

los valores son los q forman las familias si queremos sociedad hay q adoptarlos para no lamentar el futuro

alejandra vargas dijo...

osea en la familia desde peñeños hay q inculcar valores, esta es nuestra primera escuela y donde realmente debemos aprender esto por q luego estan las instituciones academicas q nos cultivar nuestro intelecto y para ser personas integrales necesitamos de las dos educarnos desde el punto de vista de los valores humanos como la parte intelectual